29-julio-2008
La fruta es el alimento perfecto, requiere una mínima cantidad de energía para ser digerida y, en cambio, proporciona la máxima. Es el único alimento que hace trabajar al cerebro. El único problema con las frutas, es que la mayoría de las personas no sabemos cómo comerlas para que el cuerpo asimile sus nutrientes.
La razón es que las frutas, en principio, no son digeridas en el estómago, sino digeridas en el intestino delgado.
Las frutas pasan rápidamente por el estómago y van al intestino, donde liberan sus azúcares.
Si en el estómago existiera carne, patatas o almidón, las frutas quedan apresadas allí y comienzan a fermentar. Si tomamos una fruta de postre, después de cenar y pasamos la noche con pesadez en el estómago y un desagradable sabor en la boca, es consecuencia de no haber comido adecuadamente.
Se debe comer las frutas, siempre con el estómago vacío. Osea antes de cualquier comida.
No debemos ingerir zumos envasados en lata o en vidrio.
La mayoría de las veces el zumo es calentado en el proceso de producción y su estructura original se vuelve ácida, además de los conservantes.
¿Deseas hacer una buena compra?
Adquiere una liquadora. Podrá beber el jugo extraído con la liquadora como si fuese fruta, con el estómago vacío. El jugo será digerido tan de prisa, que podrás tomar algo quince o veinte minutos después.
El Dr. William Castillo, jefe de la reconocida clínica cardiológica Framington de Massachussets, declaró, que la fruta es el mejor alimento que podemos comer para protegernos contra las enfermedades del corazón.
Las frutas tienen bioflavonoides, que evitan que la sangre se espese y obstruya las arterias.
También fortalecen los vasos capilares, y aquellos vasos capilares débiles que, en muchos casos, provocan hemorragias internas y ataques cardíacos.
¿Qué se debe comer en el desayuno?
Necesitamos de algún alimento que sea de fácil digestión, las frutas, que el cuerpo puede absorber de inmediato y que ayuda a limpiarlo.
Merece la pena probarlo durante los próximos diez días y notar los resultados en uno mismo.
Los chinos y los japoneses beben té caliente (de preferencia te verde) durante las comidas.
Nunca agua helada o bebidas heladas; Deberíamos adoptar este hábito.
Los líquidos helados durante o después de las comidas, solidifican los componentes oleosos de los alimentos, retardando la digestión.
Reaccionan con los ácidos digestivos y serán absorbidos por el intestino más rápido que los alimentos sólidos, demarcando el intestino y endureciendo las grasas, que permanecerán por más tiempo en el intestino. Facilita la digestión y ablanda las grasas para ser absorbidas más rápidamente, lo que también ayudará a adelgazar.



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Adri