domingo, 20 de junio de 2010

EDUCACION FINANCIERA PARA NIÑOS

Los padres responsables preparan a sus hijos para que sean adultos productivos e independientes, con confianza en sí mismos, respeto a los demás y con la oportunidad de alcanzar sus sueños. Es decir, para que sean felices.
Para ello, aparte de ofrecerles la mejor formación posible, les enseñan multitud de habilidades y les imponen cierta disciplina para que desarrollen buenos hábitos. Por desgracia, muchos padres olvidan (o no saben) enseñar a sus hijos la importancia de gestionar, ahorrar e invertir su dinero
Lección 1: Dar buen ejemplo
Enséñeles con el ejemplo que no hay que comprar de forma compulsiva, sino estableciendo prioridades para distinguir entre lo necesario y lo deseado, comparando precios y ahorrando en vez de tirar de la tarjeta. Es importante que vean que a veces hay que esperar para poder adquirir lo que se quiere. Involucre a sus hijos
Lección 2: Hablar con su hijo sobre el dinero
Si pregunta a muchos niños “¿de dónde viene el dinero?”, responderán “de los cajeros automáticos”. Nos acompañan a sacar el dinero y ven que si se pulsan unos botones salen billetes que sirven para comprar cosas. Cuando piden que se les compre algún capricho y decimos que no, porque no hay dinero, su pensamiento lógico es “pues vuelve al cajero a buscar más”. Ante una negativa, pensarán que somos unos malvados y cogerán una rabieta
Normalmente, con 5 ó 6 años, ya son capaces de comprender conceptos financieros básicos. Aprovechemos las ocasiones para explicarles:
•Que mamá y papá tienen que trabajar muchas horas para ganar dinero.
•Que cuando nos pagan, dejamos el dinero en un banco para que nos lo guarde.
•Que ese dinero es necesario para pagar cosas importantes como la casa, el coche, la gasolina, la comida, el colegio, la ropa, la electricidad, el teléfono…
•Que sólo podemos sacar del banco o del cajero el dinero que allí hemos dejado. Cada vez que sacamos dinero, nos queda menos en el banco.
•Que cada vez que se compra algo con la tarjeta de crédito, también se gasta el dinero guardado en el banco.
•Que si se gasta todo ya no queda más.
•Que siempre hay que ahorrar un poco para poder comprar cosas especiales como los regalos o las vacaciones o para emergencias.
•Que tener más dinero no hace que una persona sea mejor que otra, pero sí permite tener más oportunidades
Algunos ejemplos de ocasiones para hablar con los hijos sobre el dinero:

•Al sacar dinero del cajero o de la sucursal.
•Al pagar una compra, con dinero en efectivo o con la tarjeta de crédito.
•Cuando compara precios de productos en el supermercado.
•Cuando escribe un talón para pagar una factura.
•Cuando revisa los extractos del banco.
•Cuando va al banco para hacer un ingreso o cualquier otra gestión.
•Cuando planea las vacaciones.
•Cuando repasa el presupuesto familiar.
Lección 3: La paga
Una opción aconsejada por los expertos es dar una cantidad base semanal (mejor que mensual), con la posibilidad de ganar algo extra por hacer ciertos trabajos adicionales. Así aprenderá a planificar teniendo unos ingresos regulares y además conocerá el valor de un trabajo bien hecho.

La paga no tiene por qué representar un gasto adicional para los padres. No se trata simplemente de repartir dinero, sino de transferir a sus hijos la responsabilidad de pagar ciertas cosas. Es decir, en vez de tener que comprarle golosinas cuando le acompaña a hacer la compra o para los regalos en los cumpleaños, cuando se será él quien tenga que pagarlas con su dinero.

No querrá que su hijo sólo limpie su cuarto o estudie cuando necesita dinero, ni que extienda la mano cada vez que se le pida colaborar en las labores domésticas.
Lección 4: Fomentar el ahorro
Los niños muy pequeños necesitan comprobar físicamente cómo crecen sus ahorros y se acercan a su objetivo. Por ejemplo, una hucha transparente permite ver el contenido. También se podría pintar en un papel un gráfico cuyas barras irán creciendo según se acercan a su objetivo.

También puede pagarle un interés: por ejemplo, por cada 10 euros que mantenga en la hucha, déle 50 céntimos o un euro de más. Si está ahorrando para poder comprar algo importante, podría incluso ofrecerse a contribuir con la misma cantidad que él ahorre (por ejemplo, si está ahorrando para una bicicleta y llega a tener 50 euros, añádale otros 50 para animarle).
Las libretas de ahorro infantiles se caracterizan normalmente por:
•Liquidez total. Es decir, uno puede ingresar y retirar dinero libremente.
•Ausencia de gastos y comisiones.
•Remuneración baja: El tipo de interés que abonan es muy pequeño.
•Los titulares pueden ser desde recién nacidos hasta una edad límite en torno a los 25 años.

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Adri

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