miércoles, 11 de junio de 2014

7 claves para poner normas y límites a tus hijos pequeños

Nunca te sientas culpable por marcar a tus hijos unos patrones de comportamiento adecuados. Si no se los enseñas, nunca sabrán qué es lo que se espera de ellos.
Los niños aprenden rápido de nuestros actos y saben tomar la medida del adulto, haciendo las veces de diablillos como si su principio fuera el de "las normas están para saltárselas", pero es que a veces no tienen norma que saltar porque ésta bien no existe, bien no está clara para el menor. Aún no está todo perdido si pones en práctica estas sencillas claves.1. Dúchate antes de ver la tele". Establece normas consistentes y acompáñalas de unas consecuencias; es decir, lo que quieres que tu hijo cumpla y lo que ocurrirá si no lo hace. Siguiendo el ejemplo, si tu hijo no se ducha y enciende la tele, apágala de inmediato y adviértele de las consecuencias: si no se ducha, no podrá coger el mando durante el resto del día. Si haces esta advertencia y sigue desafiando, no cedas, aunque se duche más tarde, deberá cumplir las consecuencias.
2. "Recoge los juguetes del suelo". Sé conciso en las normas, sin adornos que le puedan despistar y sin generalizaciones que le impidan entender lo que le estás pidiendo. Si le dices que recoja la habitación, probablemente no entenderá que tiene que recoger los juguetes, ordenar los cuadernos, etc. Es mejor que le digas lo que quieres de manera explícita.
3. "Tu padre y yo queremos que hagas la cama los sábados". Ponte de acuerdo con tu pareja y/o con las personas que conviven con tu hijo para establecer las normas. Si no hay acuerdo entre vosotros, habladlo lejos de la presencia de vuestro hijo para no perder autoridad ante él. Si así fuese, tratará de imponer las normas en adelante.
4. "Vete a la cama, por favor". Dale una sola instrucción. Si avasallas al niño con varias órdenes a la vez (por ejemplo: lávate los dientes, lee un capítulo del libro que hay en la mesilla y acuéstate), acabará por no hacer nada de lo que se le ha pedido teniendo en cuenta que su capacidad de retentiva es limitada y, en los más pequeños, la capacidad de planificar y priorizar tareas no está desarrollada.
 5. "David, lávate los dientes antes de acostarte". Dirígete a tu hijo por su nombre y mírale a los ojos
cuando le des una norma, asegurándote siempre de que te está prestando atención y está entendiendo lo que tratas de transmitirle.
6. "Vamos a recoger juntos los juguetes". Cuando el niño es pequeño, acompáñale en el comienzo de la acción para que aprenda lo que se le está pidiendo y después dale la oportunidad de hacerlo solo.
7. "Como no apagaste la tele cuando te lo pedí, no podrás verla mañana. Acuérdate siempre de hacer los deberes antes de poner la televisión". Aplica siempre las consecuencias que tenías previstas. Ten presente que el refuerzo positivo es fundamental para que la conducta apropiada se repita en el futuro y que el castigo impuesto se debe cumplir inmediatamente después de la realización de la conducta inadecuada, acompañándolo SIEMPRE de una conducta alternativa, aquella que quieras que muestre en el futuro. Ten en cuenta que si no se le enseña lo que debería haber hecho, puede que nunca lo haga.
Las normas tienen un objetivo, el de guiar a nuestros hijos en su camino para que no se sientan perdidos y necesitan de ellas tanto como el afecto que les muestras. Nunca debes sentirte culpable por marcar unos patrones de comportamiento adecuado, si no se los enseñas, nunca sabrán qué es lo que se espera de ellos. Y por supuesto, nunca olvides elogiar lo que tu hijo hace bien, es mejor aplicar el refuerzo positivo que vivir siempre bajo la amenaza del castigo.


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Adri

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