COMIDA EN FAMILIA
Una buena nutrición y una dieta equilibrada ayudan a que los niños crezcan saludables. Hay tomar las medidas necesarias para mejorar su nutrición y formar buenos hábitos alimenticios. Las cinco mejores estrategias son éstas:
1. Establecer un horario regular para las comidas en familia.
2. Servir una variedad de alimentos saludables.
3. Darle un buen ejemplo siguiendo una dieta nutritiva.
4. Evitar las peleas por la comida.
5. Involucrar a los niños en el proceso.
Comer en familia es fundamental tanto para los padres como para los hijos. A los niños les agrada la previsibilidad de las comidas en familia, y los padres tienen la oportunidad de ponerse al día con sus hijos. Los niños que participan en comidas en familia con regularidad presentan estas características:
- es más probable que coman frutas, vegetales y cereales
- es menos probable que coman refrigerios poco saludables
- es menos probable que fumen, usen marihuana o beban alcohol
Además, las comidas en familia ofrecen la oportunidad de presentarle al niño nuevos alimentos y de que usted dé el ejemplo llevando una dieta saludable.La hora de la comida en familia debe usarse como una oportunidad para reconectarse. También puede probar con estas estrategias:
- Permita que el niño invite a un amigo a comer.
- Involucre al niño en la planificación de la comida y la preparación de los alimentos.
- Haga que la hora de la comida sea un momento agradable y donde uno se sienta a gusto, sin discusiones o sermones.
Una comida en familia es cualquier momento en que la familia se reúna para comer en casa. Esfuércese por establecer un horario en el cual todos estén presentes.
Abastecerse de alimentos saludables
Es importante controlar las provisiones: los alimentos que sirve en las comidas y los que tiene a mano para aperitivos. Siga estas sugerencias básicas:
Incluya frutas y verduras en la rutina diaria, tratando de servir un mínimo de 5 raciones diarias. Asegúrese de servir frutas y verduras en todas las comidas.
Facilite que el niño elija aperitivos saludables, teniendo a mano frutas, yogures,..
Sirva carnes magras y otras buenas fuentes de proteína, como el pescado y huevos.
Limite el consumo de la grasa, evitando las comidas fritas y cocinando los alimentos en el horno, en la parrilla o al vapor.
Limite las comidas en restaurantes rápidos y los aperitivos poco nutritivos, como las patatas fritas y los dulces. No los elimine por completo de su casa, pero ofrézcalos “de vez en cuando” para que el niño no se sienta privado por completo de ellos.
Limite las bebidas dulces, como las gaseosas y las bebidas con sabor a fruta. La mejor bebida para un niño es el agua.
Cómo dar un buen ejemplo
La mejor manera de estimular al niño a comer de manera saludable es dando el ejemplo. Los niños imitan a los adultos que ven a diario. Si usted come frutas y verduras, y consume menos alimentos poco nutritivos, estará enviándole el mensaje correcto. Trate de mantener una actitud positiva en lo que se refiere a la comida.
No pelee por la comida
Hay que evitar convertir la comida en una fuente de conflicto. Algunos padres negocian con los niños o los sobornan para que coman. La mejor estrategia es permitir que los niños tengan cierto control, pero también limitar los tipos de alimentos que tienen en la casa.
Los niños deben decidir si tienen hambre, qué desean comer de los alimentos que les sirven y cuándo se sienten satisfechos. Los padres controlan los alimentos disponibles para los niños, tanto a la hora de la comida. A continuación, algunas pautas que puede seguir:
Establezca un horario para las comidas y respételo. Evita picar entre horas.
No obligue el niño a comer toda la comida en el plato. Eso les enseña a seguir comiendo aunque se sientan satisfechos.
No soborne o recompense a los niños con la comida. Evite usar el postre como premio.
No use la comida como demostración de amor. Demuestre su amor abrazando a los niños, dedicándoles un tiempo o elogiándolos.
Involucre a los niños
A los niños les agrada participar en la selección de los alimentos que se sirven en las comidas. Converse con ellos sobre las diferentes opciones y la planificación de una comida equilibrada. Algunos niños pueden ayudar en la compra y en la preparación de los alimentos. Enseñe a los niños a leer las etiquetas para que comiencen a aprender sobre los valores nutritivos.
En la cocina, asígnele a su hijo tareas adecuadas para su edad. Al final de cada comida, no se olvide de elogiar al cocinero.
Los almuerzos escolares también pueden servir de aprendizaje para los niños. Se puede lograr que ellos comiencen a pensar en lo que van a almorzar, es probable que pueda ayudarlos a hacer cambios positivos. Sugiérales que digan qué tipos de alimentos les gustaría comer en el almuerzo o vayan juntos a comprar alimentos saludables que puedan llevarse a la escuela.
Elena Somolinos
licenciada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos y profesora ayudante de la asignatura Alimentación Higiene y Educación en la UNIR (Universidad Internacional de La Rioja)
Elena Somolinos
licenciada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos y profesora ayudante de la asignatura Alimentación Higiene y Educación en la UNIR (Universidad Internacional de La Rioja)
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